CÓMO CUIDAR Y PROTEGER SU NUEVA INVERSIÓN

NO USAR EL MISMO PAR TODOS LOS DÍAS

Cada día de uso del calzado requiere un tiempo de descanso del mismo, la condensación producida por el calor y la natural transpiración crea unas condiciones de humedad excesiva que necesitan de al menos 24 horas para evaporarse.

El calor y la humedad endurecen y cuartean la piel más rápidamente. Por eso, si evitamos usar el mismo par de zapatos dos días seguidos estaremos así alargando su duración y mantenimiento mismo tiempo su nivel de comodidad; un zapato saturado de transpiración recalienta el pie.

CÓMO HACER DESAPARECER LA HUMEDAD

Los zapatos húmedos deben de secarse a temperatura ambiente. Si el grado de humedad es muy alto, es aconsejable meter papel de periódico en la parte delantera. No debemos nunca secarlos al sol, cerca del fuego o de otras fuentes de calor, pues se cuartearán sufriendo así un envejecimiento prematuro.

LIMPIEZA Y USO DE PRODUCTOS

En la limpieza debemos de utilizar siempre productos de primera calidad. Los productos más indicados deben tener propiedades cremosas, ya que, al tratarse de pieles, la crema penetra con más facilidad hidratando y nutriendo.

En primer lugar se debe limpiar el polvo con un cepillo de cerda algo dura. El el barro -si existiera- debe ser retirado con un trapo húmedo; y, una vez secos, se aplicará el betún o la crema, preferiblemente con un trapo utilizando pequeñas cantidades. También se puede usar un cepillo pequeño para las costuras y los pliegues.

Es aconsejable un betún de color lo más parecido al de los zapatos, pero si esto no es posible, la crema neutra es adecuada. Ei brillo se obtiene haciendo penetrar la crema en los poros de la piel, pero un exceso de ésta lo único que haría sería obstruirlos, impidiendo su adecuada transpiración.

Para las pieles de vacuno suaves recomendamos las toallitas limpiadoras húmedas (de bebé), pues ayudan a retirar la suciedad hidratando al mismo tiempo. Después de la limpieza, se recomienda utilizar pequeñas cantidades de betún (de color determinado o neutro) para que el acabado sea aún mejor. iDespués cepillar suavemente y quedarán como nuevos!

OTROS TIPOS DE PIELES Y SU LIMPIEZA

El charol, que actualmente se utiliza en ocasiones señaladas, se solía limpiar con un trapo humedecido o con leche agria. Actualmente existen en el mercado geles de limpieza especialmente indicados que recomendamos por su facilidad de uso.

El ante o gamuza se limpia con cepillos especiales, y si estos son metálicos, deben usarse con mucho cuidado ya que pueden dañar la textura original, de la piel, aunque normalmente bastará con que las cerdas sean un poco más duras.

Algunas gomas para el ante, son de gran utilidad para quitar manchas de agua y los roces ocasionados por el uso, sobre todo en Jos colores claros. Algunas marcas tienen impermeabilizantes, que protegen de los líquidos y retrasan el proceso de decoloración ocasionado por el polvo. Para los más deteriorados existe un champú que se aplica con agua y algunos quitamanchas que deben de ser aplicados con mucho cuidado.

El nobuck se beneficia generalmente de los mismos productos de limpieza del ante, por su similar textura.

En pieles de caballo o cordován y cueros con procesos de curtición vegetales, se necesitan unas atenciones especiales, que estas pieles merecen. Los poros abiertos, la falta de brillo, sobre todo en los puntos de flexión, se cierran ejerciendo una ligera presión con calzador o un pequeño rodillo de madera pulida, con lo que el zapato recupera su brillo original.

LAS HORMAS

Los zapatos con arrugas excesivamente marcadas o las puntas vueltas hacia arriba, crean un aspecto descuidado. Estas son señales inequívocas de que necesitan una horma.

En la actualidad además de las clásicas hormas madera, existen otros muchos tipos, como de plástico, de metal, etc. Las hormas ideales serían las de madera exactas a las que se utilizaron para el montaje durante el proceso de fabricación, de madera porosa y sin pulir ni barnizar. Pero dada la dificultad de su obtención, debemos de buscar la que más se adapten a la forma del zapato, dentro de las opciones posibles. La mayoría de las existentes en el mercado, con distintos sistemas de extensión, muelles, tornillos y demás, cumplen bastante bien su cometido.

CÓMO GUARDARLOS Y CUANDO VAMOS DE VIAJE

Para guardarlos en casa, Lo mejor son los saquitos de algodón o lana, y cada uno con su horma si fuera posible. Para su mejor almacenaje y localización, recomendamos los armarios especiales para zapatos,

Para los viajes podemos utilizar las mismas bolsas o bolsas individuales para acoplarlos mejor en la maleta; así no se mezclarán con el resto de la ropa. Las hormas de plástico son las más indicadas para estos casos por su poco peso. También será conveniente llevar un pequeño equipo de limpieza.

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